Redondas y llenas de curvas son las mujeres africanas. Coquetas con su pelo rizado y rebelde. Limpias en el vestir, van siempre cargando algo a sus espaldas: niños, patatas o sonrisas.
En África no existe el silencio. Lo venció la música hace tiempo. También han vencido las sonrisas a las lágrimas y el jubilo a la melancolía. Jamás he visto a gente con tan poco alcanzar cotas tan altas de felicidad y gozo por la vida. Y es que en ninguna otra región del planeta se cuentan tantas sonrisas ( y parásitos... intestinales y dados a la corrupción...) como en Africa. Hasta las hienas tienen su sentido del humor y pasan sus días despiporradas. ( y yo me pregunto... de que coño se reiran??).
Solo una niña he encontrado que no sonreía. Se llama Faith ( Fe en español). Hace tiempo le encontraron en la sangre un trozo de ácido nucleico rodeado de muy malas noticias: Virus de Inmunodeficiencia Humana. Es la única niña del proyecto infectada. Ella no lo sabe. Los demás niños tampoco. Su enfermedad sigue siendo un tabú irrompible por estos lares. Nadie se atreve a hablar del tema. Los demás solo intentan que se lave los dientes con un cepillo con su nombre, y se apresuran a ponerse guantes de latex si he hace una herida.
Todos piensan que aquel que tiene SIDA es por que algo malo ha hecho y se lo merece.
Y yo me sigo preguntando, que mal ha podido hacer la pequeña Faith, inmersa en su inocencia de niña?
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