Nota al lector: Mediante este artículo, estoy haciendo uso de mi libertad de expresión, exponiendo, única y exclusivamente mis opiniones personales que en ningún caso han sido escritas con el ánimo de ofender a ningún leyente. Es mi deber aclarar, que mi intención no es criticar las religiones y la idea de la existencia de dios, sino criticar la falta de curiosidad e inconformismo y poner en duda la excesiva convicción sin una reflexión profunda. Mi relato no persigue otro fin que el de exhortar al pensamiento crítico y juicioso. Es, simple y llanamente, un TICTAC para la mente.
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A mí me crearon mis padres, a mis padres les crearon mis abuelos, a mis abuelos les crearon mis bisabuelos, a mis bisabuelos les crearon mis tartarabuelos, a mis tatarabuelos les crearon mis tarataratarabuelos, a mis tartarataratarabuelos, dicen algunos, les creó un tal dios....
A dios no le creó nadie, pero le creyeron muchos : Los corderos de dios, testículos de jehová, hijos de Allah, seguidores en la tierra de un ser extra-terrestre *. Hombres y mujeres todoterreno arrodillados ante un dios todopoderoso, ante un ser no humano, Ovni-presente y Ovni-potente y postrados ante una iglesia que tiene la desfachatez de autodenominarse "santa", niños y niñas acunados/acuñados cual vacas, adoctrinados desde la calidez uterina, mamando coranes, torás y biblias. He de admitir que la idea de que todos nacemos con el pecado, es de lo más original. Helo ahí, adherido a la tábula rasa que otorgó el espermatozoide al óvulo.
Richard Dawkins, uno de los científicos más prominentes del siglo XXI, supo expresar una gran verdad en una de las metáforas más ilustres y perspicaces de los últimos tiempos: Dawkins comparó la fina franja abierta a la altura de los ojos de un burka, al diminuto conocimiento científico, que ha salido a la luz en la corta historia de la humanidad. Cuanto más avance el conocimiento científico, cuanta más razón haya, más grande será la luz, más grande será la ventana al exterior, más veremos con nuestros propios ojos.
Pero no hablemos de burkas, corramos un (es)túpido velo sobre el asunto y escanciemos las ideas, por que mientras no las desempolvemos, seguiremos siendo el arpa de dios. Nos seguirá tocando a su antojo. Y nosotros desfilando a su imagen y semejanza....
Necesitamos un adiós-a-dios, una revolución del pensamiento, necesitamos abrazar a la razón.
La fe es cuestión de geografía, decía Rousseau. En el futuro, será una cuestión que se estudiará en los libros de historia. La religión se hablará en tiempo pretérito. El hombre será creciente y dios, menguante.
Pero mientras ese día llegue, seguirá habiendo guerras santas, santas guerras, inquisiciones camufladas, lavados de cerebros prenatales, quemas de brujas modernistas..... Las iglesias, las sinagogas y las mezquitas seguirán estando llenas y los estómagos seguirán estando vacíos, los corderos seguirán rogando y seguirán con el mazo dando, los fieles seguirán practicando la infidelidad, perderán finalmente el juicio mientras esperan el juicio final, seguirán brillando las cruces de oro, e inmolándose los moros, seguirán armándose los unos a los otros como dios los armó, seguirán siendo polvo y convirtiéndose en pólvora, seguirán viviendo un infierno terrenal, mientras esperan un paraíso divino, seguirán siendo paralíticos del alma, seguirán padeciendo una ceguera anímica, seguirán emborrachándose con un placebo mesiánico, seguirán sufriendo ablaciones de cerebro desde al cuna hasta la sepultura....seguirán.... seguirán....y....seguirán....siguiendo. Por que eso es lo que mejor hacen, seguir, como buen cordero que sigue el camino marcado por el rebano, con suma docilidad, con suma entrega.
La curiosidad mató al gato.
La falta de curiosidad está matando al cordero. Por que como dijo Robert A. Heinlein, la teología es como buscar a medianoche, en un sótano oscuro, a un gato negro que no está ahí ( por que le mató la curiosidad, claro).
Como diría Woody Allen, dios me perdonará por todo esto, es su oficio.
Y si no me perdonara, iré derechita al infierno,
y arderé en llamas hasta convertirme en polvo.
y todo será vil materia, podredumbre y cieno.
Pero en el ínterin, mientras las llamas no llameen a mi puerta,
seguiré disfrutando de mi terrestre cielo,
hasta que caiga muerta.
* Que pertenece al espacio exterior de la Tierra o procede de él:
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A mí me crearon mis padres, a mis padres les crearon mis abuelos, a mis abuelos les crearon mis bisabuelos, a mis bisabuelos les crearon mis tartarabuelos, a mis tatarabuelos les crearon mis tarataratarabuelos, a mis tartarataratarabuelos, dicen algunos, les creó un tal dios....
A dios no le creó nadie, pero le creyeron muchos : Los corderos de dios, testículos de jehová, hijos de Allah, seguidores en la tierra de un ser extra-terrestre *. Hombres y mujeres todoterreno arrodillados ante un dios todopoderoso, ante un ser no humano, Ovni-presente y Ovni-potente y postrados ante una iglesia que tiene la desfachatez de autodenominarse "santa", niños y niñas acunados/acuñados cual vacas, adoctrinados desde la calidez uterina, mamando coranes, torás y biblias. He de admitir que la idea de que todos nacemos con el pecado, es de lo más original. Helo ahí, adherido a la tábula rasa que otorgó el espermatozoide al óvulo.
Richard Dawkins, uno de los científicos más prominentes del siglo XXI, supo expresar una gran verdad en una de las metáforas más ilustres y perspicaces de los últimos tiempos: Dawkins comparó la fina franja abierta a la altura de los ojos de un burka, al diminuto conocimiento científico, que ha salido a la luz en la corta historia de la humanidad. Cuanto más avance el conocimiento científico, cuanta más razón haya, más grande será la luz, más grande será la ventana al exterior, más veremos con nuestros propios ojos.
Pero no hablemos de burkas, corramos un (es)túpido velo sobre el asunto y escanciemos las ideas, por que mientras no las desempolvemos, seguiremos siendo el arpa de dios. Nos seguirá tocando a su antojo. Y nosotros desfilando a su imagen y semejanza....
Necesitamos un adiós-a-dios, una revolución del pensamiento, necesitamos abrazar a la razón.
La fe es cuestión de geografía, decía Rousseau. En el futuro, será una cuestión que se estudiará en los libros de historia. La religión se hablará en tiempo pretérito. El hombre será creciente y dios, menguante.
Pero mientras ese día llegue, seguirá habiendo guerras santas, santas guerras, inquisiciones camufladas, lavados de cerebros prenatales, quemas de brujas modernistas..... Las iglesias, las sinagogas y las mezquitas seguirán estando llenas y los estómagos seguirán estando vacíos, los corderos seguirán rogando y seguirán con el mazo dando, los fieles seguirán practicando la infidelidad, perderán finalmente el juicio mientras esperan el juicio final, seguirán brillando las cruces de oro, e inmolándose los moros, seguirán armándose los unos a los otros como dios los armó, seguirán siendo polvo y convirtiéndose en pólvora, seguirán viviendo un infierno terrenal, mientras esperan un paraíso divino, seguirán siendo paralíticos del alma, seguirán padeciendo una ceguera anímica, seguirán emborrachándose con un placebo mesiánico, seguirán sufriendo ablaciones de cerebro desde al cuna hasta la sepultura....seguirán.... seguirán....y....seguirán....siguiendo. Por que eso es lo que mejor hacen, seguir, como buen cordero que sigue el camino marcado por el rebano, con suma docilidad, con suma entrega.
La curiosidad mató al gato.
La falta de curiosidad está matando al cordero. Por que como dijo Robert A. Heinlein, la teología es como buscar a medianoche, en un sótano oscuro, a un gato negro que no está ahí ( por que le mató la curiosidad, claro).
Como diría Woody Allen, dios me perdonará por todo esto, es su oficio.
Y si no me perdonara, iré derechita al infierno,
y arderé en llamas hasta convertirme en polvo.
y todo será vil materia, podredumbre y cieno.
Pero en el ínterin, mientras las llamas no llameen a mi puerta,
seguiré disfrutando de mi terrestre cielo,
hasta que caiga muerta.
* Que pertenece al espacio exterior de la Tierra o procede de él:
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