Thursday, June 28, 2007

ROJO

Rojo es el amor, roja la manzana de Eva, rojas las fresas y rojas las mejillas que escuchan galanterías.
Roja es la sangre que palpita y que acude a la herida.
Roja es la luz que nos hace detenernos en nuestro camino.
Rojos se vuelven los ojos que lloran y los furiosos.
Roja es la pasión,
Rojo es el telón
Roja la tierra de Tara que el viento se llevó.
Roja es la revolución, la marea, la piel del indio.
Rojos son los labios que no besan.
Rojo es el barrio donde las cortinas se cierran y se abren las piernas.
Roja es Amsterdam.
Amsterdam es roja.

50.000 piernas son públicas en Holanda. Por el módico precio de 50 Euros harán realidad los suenos de miles de varones. Esperan detrás de la ventana, detrás de la luz , roja. 50.000 ojos las miran. Miradas sorprendidas, lascivas, amistosas, curiosas. Ojos, y pensamientos. Pena, asco, admiración, deseo, curiosidad.
Me detengo con mi grupo de turistas en un punto único del planeta. El punto donde confluyen putas, ninos y curas. Un ventana, una guardería, una iglesia. Vecinos, juntos, viendo pasar los días.
Al expectador novato, le cuesta digerir semejante postal. Lo cierto es, que cuanto más tiempo vive uno en Amsterdam, las impresiones terminan por asimilarse. Todo se vuelve normal. El rojo se decolora, la luz de hace tenue.
Salgo a las 8 de la manana de casa para ir a trabajar. Atravieso el Barrio Rojo. Vacío y solitario deja entrever que la noche anterior ha habido movimiento. Las calles llenas de basura. Un par de senoras limpian los cristales de las habitaciones en donde tan sólo unas horas antes se vendía sexo. Ni un alma. Ni un cuerpo.
En unas pocas horas, la zona revive. Minúsculas jovenzuelas de labios carmesí, subidas en unos tacones cercanos, rozarán el cielo, o el infierno. Venderán su cuerpo, preservando su alma, su espíritu, su esencia.... Por que sus mejillas permanecen coloradas.

Monday, June 18, 2007

EASY CÓCTEL

Ingredientes:
119 personas
1 Uneasy Jet
1 bocadillo de queso
2 botellas de ron
Varias tortas
1 ( quasi) arresto
Una pizca de información ( sin pasarse)
1 Azafata con patatas

Poner a hervir. Agitar durante 4 horas. Dejar reposar a 10.000 pies.

EasyJet, es una palabra inglesa. Se compone de dos palabras, también inglesas:
Easy, que significa Fácil y Jet, que significa Avión.
En éste relato, Easy, podría ser fácilmente intercambiado por cualquiera de las palabras expuestas a continuación:
Desastre, retraso, caos, desorden, demora, difícil....

2 de Junio 2007

Llegamos Hans y yo al mostrador de Easy Jet. Los primeros. Aún no habían abierto, así que nos sentamos en un banquito de Barajas, en una de las ventanas, viendo aterrizar a los aviones. Es impresionante ver cómo las lucecitas en el cielo sa van haciendo más grandes al aproximarse y nuevas estrellitas no dejan de aparecer en el aire.
2 horas más tarde, cuando en las pantallas de AENA, nuestro vuelo Madrid – Marrakech aparecía como RETRASADO, el espectáculo se traslado de las pistas de aterrizaje al mostrador de Easy Jet. Nunca había pensado que un retraso podría convertirse en un espectáculo antropológico de semejante interés.
No sólo los 119 pasajeros furiosos que abarrotaban la sala no tenían ni idea de nada, sino que la propia Easy-zafata, con sus aún por madurar 18 primaveras, cara de panoli, y tembleque en las piernas, sabía menos todavía. Casualmente la única que tenía información fiable y de primera mano era yo. Los rumores, decían que al parecer, el jet, había llegado a Madrid tarde desde Roma por motivo de una exhibición aérea que había creado retrasos generales. Salió pues, tambien con retraso de Madrid a Coruna. Curiosamente, en ese vuelo MAD- Coruna, iban mis progenitores.En el mismo instante que la azafata afirmaba a los iracundos pasajeros que el avión estaba a punto de llegar, mi padre me decía por teléfono que acababan de aterrizar ( en Coruna) y que esperaban las maletas. Por tanto, si el avión aún no había salido de Coruna, y sabiendo que el trayecto es de no menos de una hora, deduje que a la chiquilla se la iban a comer con patatas. Me acerqué a ella, y le dije lo que sabía.

-Ah, pues a mi me han dicho que ya ha llegado a Madrid.
Información correcta: El vuelo seguía en Coruna y no saldría hasta más de una hora más tarde.
Resultado: Cena de azafata con patatas. La gente tenía hambre. En un santiamén ocurrió un episodio excepcional. Las quejas sufrieron una transformación. Ya nadie parecía enfadado por el retraso del vuelo. El motivo principal de caras rojas y gritos se encontraba en 119 estómagos repentinamente vacíos. Todo el mundo quería cenar. Gratis, claro.
- Esto es increíble! Llevamos casi 3 horas esperando. En Londres me hicieron lo mismo. Qué se creen que somos? Ovejas? Quiero mi bono de cena!! – Gritaba una senora de mediana edad, pelitenida y con las mejillas rojo manzana a punto de estallar.
Un grupo de jóvenes con piripiamiento prograsivo, se acercaban de vez en cuando para preguntar:
- Cuántas copas de ron faltan para irnos?
Un senor regordito y calvo y un tanto ( tirando a muy) hortera, se encargó de que todo el mundo se enterara de que era periodista en Francia y que sin duda iba a escribir un artículo sobre estos hechos imperdonables.
También se acercaban los guiris a preguntar.
La chiquilla nos deleitaba entonces con su magnifico inglés de la Universidad de Arbard.
- “If de plein is teiken of bai de norz is teik 5 minits”
- “I don nou rilly”
- “Mai bos don nou . He has not col. Sorri. Yu jaf tu gueit a litel bit”
A las 3 horas, llegaron refuerzos al campo de batalla. Dos senoras maduritas y con cara de amargadas lograron que a la chiquilla no se le callera la lagrimilla, y se dedicaron a repetir cual papagayo:

- Creemos que ya ha salido
- Suponemos que sí
- Aún no estamos seguras
- No nos lo han confirmado aún....

No se preocupen, les vamos a dar un bono para que cenen. Si no, podrán tomar algo en el avión.
- Seguro?
- Sí claro, con más de dos horas de retraso todos los pasajeros tiene derecho a la cena. Si no es en el aeropuerto, será el avión.
( mmmm.... chamusquina...)
(.....) 4 Horas más tarde de la hora prevista, por fín llegamos al avión. La senora pelitenida entra en escena de nuevo, intentando colarse en la cabina del piloto, para arrearle con el bolso. A los diez minutos de pelea, los 118 restantes pasajeros comienzan un fascinante abucheo.
Silbidos y gritos llenan el avión. Hasta un coro que gritaba al unísono:
- ¡¡Que se siente, que se siente!! ¡Fuera! ¡Fuera!
Los del grupo del Ron, bastante cocidillos a estas alturas canturreaban:
- ¡Queremos cenar! ¡¡Queremos cenar!!

Por fín, motores en marcha, pista lista para despegue.(...)

Aparece el carrito de la esperada cena.
- Lo siento- dice la azafata- sólo estamos autorizadas a darles un refresco.
- Vale, yo quiero, un zumo de naranja y un bocadillo de queso.
- Son 5 euros.
- Sí, le pago en 4 horas, que yo también voy con retraso.
- Sabe senorita, que si no paga, es un robo y tengo que apuntar el número de su asiento para avisar a la policía.
- Apunte , apunte.

La azafata apunta mi asiento. En la lista otros 50 asientos apuntados.Muchos números. Ningún nombre. Bueno, mira vamos todos juntitos a la mazmorra.
Claro que lo curioso es que la azafata apuntara el número del asiento, los cuales no están asignados en ningún vuelo de Easyjet.
Uf, me libro del calabozo.
No sé cuántos anos me caerían por no pagar un bocadillo de pan correoso y queso chicloso, que es lo mínimo que estipula la ley como compensación por un retraso de más de dos horas...
Al aterrizar, la azafata nos dedica una amplia sonrisa a todos los por poco presidiarios. En el aeropuerto ni rastro de la madera.